La obstrucción de uno de los pulmones de Dylan necesitaba un cinturón de oxigeno y tras casi dos años de no poder conseguirlo, pudimos dar con dicha herramienta que le cambiará la vida a Dylan y a su familia.
El niño, que era oxígeno dependiente, necesitaba el concentrador de oxígeno para tener una vida donde pueda estar al aire libre sin problema y hacer cosas cotidianas como ir a la escuela o jugar a la pelota en la plaza.
Tras 8 años sin poder hacer una vida normal, llegó el artefacto que sin dudas le cambiará la vida a este niño. Uno de los doctores del hospital Evita que lo atendió, Gustavo Cocimano, señaló: “El no puede estar sin esto, o lo tiene y puede hacer una vida como todos o lo tengo que tener internado”.
Además, su madre agregó: “8 años soñé con esto. Con que Dylan pueda ir a la escuela, a la plaza y hasta pueda ir a ver a su querido River”.
Por nuestra parte, luego de encaminar esta misión, quedamos muy emocionados e impactados al ver como este oxígeno le cambió la vida a este niño.
“Estamos tremendamente felices y emocionados por poder regalarle este concentrador de oxigeno a Dylan. Creo que es parte de la labor que tenemos que hacer y no tengo dudas que Dios tiene cosas preciosas para esta familia”, sostuvo nuestro referente Carly Annacondia.