Con palabras no se puede describir lo que sentimos y vivimos este domingo por la mañana en nuestra salida a Once y Constitución junto con nuestra Brigada del Frío. Fue una jornada llena de emociones y solidaridad, donde llevamos café caliente, matecocido, medialunas, bizcochuelo, alfajores, frazadas, medias, gorros y guantes, todo con el propósito de brindar un poco de alivio a quienes más lo necesitan en estas frías mañanas de invierno. Desde temprano, nos reunimos con entusiasmo, cargando las camiones con los elementos necesarios, sabiendo que cada detalle hacía la diferencia.
Cada sonrisa, cada agradecimiento, cada mirada de sorpresa y gratitud nos llenó el corazón y nos recordó lo importante que es estar unidos y ser solidarios. La calidez de los alimentos y bebidas que llevamos no solo alivió el frío, sino que también sirvió como un pequeño gesto de amor y cuidado hacia nuestros hermanos y hermanas en situación de calle. Nos conmovió ver cómo las frazadas y las medias eran recibidas con tanto aprecio, y cómo un simple gorro o par de guantes podía transformar el día de alguien, brindándole un poco más de comodidad y protección contra el frío implacable.
En medio de nuestra caminata por las calles, nos encontramos con muchas historias de vida que nos hicieron reflexionar y valorar aún más lo que tenemos. Escuchar las experiencias y los desafíos de aquellos a quienes servimos nos recordó la fragilidad de nuestra existencia y la importancia de la empatía y la compasión. Cada conversación fue una oportunidad para aprender y crecer, y cada gesto de agradecimiento fue una fuente de inspiración para seguir adelante con nuestra labor.
Queremos expresar un profundo agradecimiento a todos los colaboradores de todas las áreas, por su corazón dispuesto sin importar el día, la hora ni la temperatura. Su compromiso y dedicación hacen posible que esta obra de amor siga adelante. Sin su esfuerzo incansable, no podríamos llegar a tantas personas ni ofrecerles el apoyo que tanto necesitan. Cada uno de ustedes, con su trabajo y su entrega, es un pilar fundamental en esta misión de ayuda y solidaridad.
Y, por supuesto, ¡gracias a vos por ayudarnos a ayudar! Sin tu apoyo, nada de esto sería posible. Gracias por creer en esta causa y por aportar tu granito de arena, ya sea con donaciones, con tu tiempo, o simplemente con palabras de aliento. Juntos, estamos marcando la diferencia y mostrando que un pequeño acto de bondad puede tener un gran impacto en la vida de alguien.
¡Gracias, Señor, por tu provisión y por permitirnos ser tus manos y tus pies en la tierra, llevando un poco de esperanza y alegría a quienes más lo necesitan! Tu amor nos guía y nos fortalece en cada paso, y nos da la fuerza para seguir adelante, sabiendo que estamos haciendo tu obra y llevando luz a lugares donde la oscuridad parece prevalecer. Con cada salida, reafirmamos nuestro compromiso de seguir ayudando y de ser un canal de bendición para aquellos que más lo necesitan.