Vivimos una noche increíble con nuestra brigada el jueves 27 de junio en CABA. Un grupo de más de 150 colaboradores decidió emprender un viaje a la Capital para ayudar a la gente en situación de calle que está sufriendo por las bajas temperaturas. La solidaridad y el espíritu de servicio nos impulsaron a llevar un poco de calor y esperanza a aquellos que más lo necesitan.
Logramos bendecir a muchas personas con una riquísima cena calentita, preparada con ingredientes súper nutritivos y de primera calidad. Además, llevamos sopa caliente, café, mate cocido, alfajores, mantas nuevas y mucha ropa de abrigo. El ambiente de colaboración y amor fue palpable mientras nos organizábamos para distribuir estos elementos esenciales.
Nos dividimos en dos grupos de colaboradores: uno se quedó en Belgrano y el otro se dirigió a recorrer La Boca. Ambos grupos no solo entregaron alimentos y abrigo, sino que también dedicaron tiempo a hablar y compartir el mensaje de Jesús con las personas en la calle. Fue una oportunidad para conectar a un nivel más profundo y ofrecer palabras de consuelo y esperanza.
La experiencia fue profundamente conmovedora, viendo cómo pequeños gestos pueden tener un gran impacto en la vida de alguien. Cada taza de café caliente, cada manta entregada, cada conversación, se convirtieron en actos de amor que iluminaban la fría noche de invierno.
¡Gracias, Señor, por tu amor y por permitirnos ser tus manos y pies en esta misión! ¡Gracias, colaboradores, por estar siempre dispuestos y por su incansable dedicación! ¡Gracias a cada uno de ustedes por ayudarnos a ayudar! Sin su apoyo y compromiso, nada de esto sería posible. Juntos, estamos haciendo una diferencia significativa y mostrando que el amor de Dios puede transformar incluso las situaciones más difíciles.